El cuidado postoperatorio de una mascota es clave para evitar complicaciones y acelerar su recuperación. Estas son las pautas esenciales, basadas en protocolos veterinarios y experiencias validadas:
1. Restricción de actividad física
- Evita movimientos bruscos: No permitas que corra, salte, suba escaleras o juegue durante 7-10 días.
- Paseos cortos: Usa correa corta y limita las salidas a lo mínimo necesario para hacer sus necesidades.
- Confinamiento: Mantén al animal en un espacio pequeño (ejemplo: baño o jaula) si no estás supervisando.
2. Alimentación y hidratación
- Primeras 24 horas: Ofrece solo agua en pequeñas cantidades. Si no vomita, reintroduce comida gradualmente (1/3 de la ración normal).
- Dieta blanda: Opta por alimentos específicos para postoperatorio o recetas caseras con proteínas magras y vegetales cocidos.
- Evita sobrealimentar: Controla las porciones para prevenir náuseas o vómitos por la anestesia.
3. Protección de la herida
- Collar isabelino: Impide que lama la incisión, clave para evitar infecciones.
- Limpieza: Usa gasas y solución antiséptica (según indicación veterinaria) para mantener la herida seca y limpia.
- No bañar: Evita mojar la zona operada durante 10 días.
4. Administración de medicación
- Antibióticos y analgésicos: Sigue estrictamente las dosis y horarios prescritos para prevenir infecciones y aliviar el dolor.
- Suplementos: En algunos casos, se recomiendan vitaminas B o C para compensar pérdidas por la anestesia.
5. Señales de alerta
Consulta al veterinario si notas:
- Vómitos persistentes o falta de apetito más allá de 24 horas.
- Inflamación, secreción o mal olor en la herida.
- Letargo extremo o dificultad para respirar.
El éxito de la recuperación postoperatoria depende de restricción de actividad, cuidado de la herida y seguimiento de las indicaciones veterinarias. Desde el uso del collar isabelino hasta la alimentación controlada, cada paso debe priorizar su comodidad y seguridad. Siempre consulta a un profesional ante dudas o síntomas inusuales.